¡Ay!, la derecha

En los últimos días, una pregunta me ha inquietado recurrentemente:

¿Existe la centro-derecha?, ¿la derecha moderada?, ¿la derecha inteligente?...

Ya les contaré en otra entrada el porqué de mis cavilaciones; con esta interrogante aún retumbando en mis oídos, leí la carta de un amigo, publicada hoy en El País, en la sección de cartas al director, y que reproduzco a continuación:

"¿A quién le importa el sueldo de Rajoy? César Brito González - Salamanca - 10/05/2007 Me lo pregunto porque parece ser que, tras su aparición en el programa de TVE Tengo una pregunta para usted, al igual que ocurriese con el presidente del Gobierno y su café a 80 céntimos, nos quedamos en la superficie de su aparición pública sin analizar el contenido y el significado de su discurso. Lo que sí que debería preocuparnos es que don Mariano Rajoy sea incapaz de responder de manera sólida y creíble -subrayado nuestro- a una pregunta realizada por un discapacitado, quien pidió que le explicase qué iniciativas en favor de este colectivo abordaría en caso de acceder a La Moncloa. Rajoy, descolocado, tan sólo pudo afirmar que no sabía qué medidas, distintas de las vigentes, podrían acometerse y que, en todo caso, ya estaban ONG y colectivos como la ONCE y su cupón para echar una mano. ¿Qué importan nuestras carencias si podemos vender el cupón? Más allá del estado de la cuenta corriente del señor Rajoy, quedó patente uno de los puntos flacos tradicionales de la derecha: la invisibilidad política de los discapacitados y sus necesidades reales. Sólo importan ETA y el 11-M."

A la luz del análisis de César, quién señala que el máximo exponente de la derecha española es "incapaz de responder de manera sólida y creíble"; ahora, me pregunto: ¿Estará la inteligencia reñida con la derecha? o ¿Será que la derecha lo está con la inteligencia?